Rabia, es la recién cinta del director equatoriano Sebastían Cordero (Crónicas, 2004.) La cinta narra la historia de un migrante mexicano en España (excelente Gustavo Sánchez Parra), que se enamora de una sirvienta (la increíble Martina García), que después de un trágico accidente, debe esconderse en la casa donde trabaja su novia, cual fantasma, ya que no puede emitir sonido alguno, no puede dejar rastro de su presencia, debe ser invisible, repugnante, como la rata con la que convive.
El título se debe a esa impotencia ante las injustica que ambos deben superar como seres marginados de una sociedad que los ocupa y desecha, en un país donde no son nadie. Rabia por la lejanía cercana, Rabia por el dolor de amar de lejos, Rabia por vivir de menos.
Cordero ha creado un thriller opresivo físico y emocional, que deja sus estragos en el cuerpo de Sánchez Parra, ya que a lo largo de la cinta vemos su declive emocional, psicológico y físico. Magistralmente es el personaje que interpreta Martina García quién si estar con él, sin saberse observada todo el tiempo, mengua los desquicios del personaje principal.
Un final sublime (chequense el recorrido de la cámara al final, como si el espectador y el director mismo, salieran de aquella casa una vez saciada la necesidad vouyerista, nos hace cómplices)
Muy buena, excelentes diálogos, dirección y actuaciones. A ver sin falta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario