martes, 9 de febrero de 2010

Un rincón cerca del narco



Ya no sé qué es peor para Ciudad Juárez. Por un lado es bien sabido que desde hace muchos, pero muchos años, ha sido madriguera de narcos, situación que germinó una ola creciente de violencia que el mismo Darío Argento se quedaría pendejo. Para aderezar el asunto, hoy se ha convertido en horizonte político del mismísimo y honorable presidente de nuestra patriotera república, que ha decido, a la vieja usanza presidencialista, hacer una visita al  vástago rebelde.

Pero esto no es gratuito, en el último lustro Cd. Juárez ha experimentado un éxodo de más de 500 mil familias debido a la violencia, lo que ha mermado mucho la actividad económica y ha contribuido a la mala fama de la ciudad, sin  embargo, Juárez este año será destino político del poder federal ya que habrá elecciones donde se renovarán las sesenta y tantas alcaldías y la gubernatura del estado. 

Obvio que al gobierno federal le importa, ahora sí, señalar explícitamente con el dedo inquisidor a Juárez, enjuiciar las fallas y dar cabida en la agenda política nacional a lo que ocurre en esta ciudad. 

Ahora sí, porque han masacrado a jóvenes civiles y deportistas, esperanza del pueblo digno y mexicano,  antes no, antes los feminicidios eran un mero "conflicto doméstico" pero ya que la cagó FECAL con su comentario estilo Díaz Ordaz (Goméz-Mont tuvo que disculpar al presidente) es la oportunidad perfecta para capitalizar el peso político del gobierno federal, del PAN y de Calderón mismo.

Ganar las alcaldías en Chihuahua significaría para el PAN, el refrendo y la pugna clara en miras al 2010, sería conformar un pabellón electoral de peso en el norte, y más si gana la gubernatura. Por otro lado, en cuestión de gobernanza, sería para el gobierno federal, la oportunidad perfecta para generar confianza política y el reconocimiento nacional e internacional si logra apaciguar las aguas o de menos, contenerlas como se ha hace con la tragedia en Michoacán.

Así las cosas, de pronto la esquizofrenia o la paranoia política el gobernador priista ha decido, en un acto desesperado (ya está por dejar el cargo) trasladar el gobierno estatal a esta conflictiva ciudad, como lo hiciera una madre loca- autoritaria que con pretexto de visita se instala donde su hijo, cual panóptico de Foucault.

En fin, que ni las medidas electoreras de Calderón y de todo el aparato federal, ni las patadas de ahogado del gobierno estatal, logran dar cauce a una solución que  de tajo frene tanta matanza que ya parece manda. Dios salve a Juárez...de narcos y de la política.

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