lunes, 29 de marzo de 2010

El Secreto Campanella


Hay una característica en las cintas de Campanellas que lo hacen uno de los directores más interesantes: cada trabajo suyo, sea drama, comedia o suspenso, es entrañable.

"El Secreto de sus Ojos" su más reciente cinta, ganadora del Oscar como Mejor Película Extranjera y basada en el texto "La pregunta de sus ojos" de Eduardo Schari, es una cinta sobre dos relatos con seis personajes que se conectan con su propias individualidades, pasiones y sobre todo, silencios, para integrar un discurso único poético y agridulce sobre el amor, una herida que no sana, la soledad que atrofia el habla, el miedo que se vuelve tristeza.

Una de estas historias versa sobre un brutal asesinato y la otra, sobre un brutal silencio. La primera es una historia de amor que conlcuye de manera abrupta y desgarradora y la otra, es otra  historia de amor que igual de manera es abrupta e intensa, porque no cuaja.

Es justo el ejercicio narrativo de Campanella lo interesante de la cinta, al hacer que ese camino bifurco converga de tal forma y con tal profundidad que la vida de los personajes no se entienda sin sin esa otra parte, esa otra historia que quiza sea ajena, pero que les pega tan fuerte, que se les ancla, como referente, como vivencia, como un espejo perpetuo.

Una cinta que se mete en los recovecos de amor de dos hombres, uno (Morales) que pierde al ser amado para quien no cabe la resignación, pero si una templanza tan intensa, que solo puede dar el amor perenne. Esta misma templanza, puede hacernos batallar con tal fiereza y determinación, que el tiempo, 25 o 30 años no son nada, con tal de reivincar la vida que ha sido corrompida a tal grado que la vida misma se siente misera, inferior, devaluada y es justo en este tenor donde se ubica el amor de Espósito por Iréne,  quien se sabe misero para ella, como bien lo describe su enemigo en una charla con ambos: -"vos sos pobre, ella rica, ella es Hasting, vos sos Espósito, o sea nada."


Una de esas historia es un amor callado por  la humillación, la otra es la soledad en el alma. Ambos personajes llevan al espectador, de la mano de Campanella, a un discurso donde los actos mas crueles hacia el corazón o hacia los victimarios quedan minizados por  la impotencia, misma que se levanta  frente al objeto del afecto.

Hay una línea que a mi parecer, resume el film, no diré mucho, pero si es que la llegan a ver, (habrá que ver cuando llega a pantallas mexicanas) sabrán a que me refiero. Los 3 personajes masculinos importantes estan reunidos en un escenario hostil. Uno vive un encierro físico de años, los otros dos, llevan el encierro en el alma. Quién está en el encierro físico exclama, suplicándole a uno de los dos hombres interceda por él frente al otro: -"Dígale por favor, que por lo menos, me hablé." Y con esta frase se me hizo un nudo en la garganta porque de manera tácita, comprendes el enorme silencio contenido que se guardan y que a la vez, enaman los tres.

Enormes actuaciones, sobre todo de Ricardo Darín (actor fectiche de Campanella),  impecable fotografía y un score de los mejores que he oido en mi vida, tanto como para ipod.

Sin duda, Campanella, es un Cortázar del cine. Vale mucho la pena leer sus ojos.

1 comentario:

Juan dijo...

aaah

interesantes puntos en común que destacamos, y mucho más interesante lo que dices del silencio.

pero así como sa palabra, me ENCANTÓ (y olvidpe ponerlo en mi entrada), tenemos la otra del título: Ojos. Checa bien esa escena casi final, la plática entre Morales y Espósito, donde Campanella no toma más que sus ojos.

Y bueno, esto lo hace a lo largo de toda la cinta, pero ESA es la escena climática en cuanto a actuación.