Sin querer queriendo que me meto a ver la Princesa y el Sapo, la recién película de los estudios Disney con la que afirmaron, retomarían los estándares que los posicionó en la cumbre de la animación, ese cine clásico, basado en los cuentos populares pero enfocados en la chaviza.
PUES NEEEEEL!!, no les quedó. Disney ya esta muy viciado y lleno de talentos contemporáneos que con esta movie sólo hicieron un inmenso guiño a lo antaño. Al verla, lejos queda esa magia perturbadora y efectiva de violador pedofilo, que lograba que hordas de escuincles acudiérmos embelesados a los multicinemas del DF a ver a una sexy sirena o a megapitufo puto y travestí salir de una lampara maravillosa.
Aquellos films guardaban cierta magia, un línea que provenía de un camada de realizadores casados con el sueño Disney, lleno de fantasía, donde todo era posible, donde la realidad no tenía cabida. Poco a poco Disney se ha abierto y pluralizado conforme la chaviza se volvió mas consciente de su entorno.
Así, Disney se ha visto en la necesidad de adaptarse, de evolucionar y de mostrar elementos del mundo real en sus cintas para mantener su emporio, de tal suerte que mujeres embarazadas ya salen en sus cintas, ha retratado hermosamente a las familias disfuncionales, los negros tienen peso en sus personajes, bueno hasta los ancianos ya protagonizan sus cintas, sin mencionar el enorme afecto y realismo con el que tratan las incapacidades físicas y mentales....
En la Princesa y El Sapo, están los elementos clásicos del cine de antaño, pero no cuajan, no embonan, puestos en escena aquello se vuelve un verdadero desmadre!! un aquelarre animado que lleva un objetivo, pero mal dirigido, y es que estoy seguro carece del eje central, de ese toque que hace de Cenicienta o Blanca Nieves, iconos del cine infantil: los personajes, TODOS, de esta historia no son recordables porque carecen de alma animada, apenas se disponen en la pantalla y ejecutan sus acrobacias con aplomo, pero no trascienden, es decir no son entrañables.
Lejos pero muuuuuuy lejos está el tino cómico del cangrejo maricón Sebastian de este cocodrilo Louis, jazzista amateur y compañero de aventuras de los personajes-sapos principales; haciendo comparsa esta Ray, una lueciérnga estúpida y asquerosa haciéndola de Celestina, estos dos personajes QUIERO DUDAR, están inspirados en Louis Amstrong o en Ray Charles de quienes llevan a manera de homenaje esos nombres, si es asi, que mentada de madre!
La película tiene todo lo que en clásico de Disney existe, un conflicto que dispara todo, musicales, un camino por recorrer donde los protagonistas se hallarán a si mismos, a la vez que se enamorarán, un malvado muy malvado, que esta vez es una burla del vudú, y estoy seguro se inspiraron en Don Ramón del Chavo del 8, y claro su final feliz.
Puntos a favor:
-El malo es morado!!! como los buenos villanos de Disney, así como Maléfica o Madame Mim, el villano creo es el personaje mejor construido,
-el homenaje a Aretha Franklin como la Bruja Anciana Vudú,
-aunque me cagan los musicales, tiene dos buenas secuencias musicales buenas, una no tanto por la música pero si por la animación, chequénse la animación cuando la "negra-quiero-ser-alguien" canta en su restaurante, esa animación esta fregona y la otra secuencia cuando la vieja bruja canta en la casa del árbol
-no se si sorprendente o bueno, pero la "princesa" es negra!!! y agarrénse que desde que ganó Obama,los gringos han entrado en un fervor oscurantista... bueeeeeeeno, verdaderamente indigerible, ya se creen que todo es precioso en ese color negro azabache asqueroso de su Papa Negro... bueeeeno el espectador es quien sufre al final.
-Otro punto a favor, la excelente música de Randy Newman, que retoma al jazz, al blues, lo que hace muy rica, en el sentido auditivo a esta música.
Intento mediano, Disney no ha reconsquistado la cima de la que fue Juan Camaney, apenas está escalando, esperemos su siguiente sancada: Rapunzel.