Casi que logro esquivarle, la jugarreta me salió mal.
Siento como un "tss, tss"que suena en mi espalda y tomo coraje para girar...y recibo la trompada de ese Tyson de mirada.
Le sonrío y le sigo la charla como si no pasara nada.
Mi autoestima ya está rota, socio vitalicio de la derrota pero me tengo fe y hoy me late que le saco un empate. Menos. Me sentí y me ví menos tan solo de la noche del domingo a la mañana del lunes.
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